La magnitud es una medida de la energía producida por un sismo y no es una medida del movimiento que se sintió. Lo que usted sienta es muy complicado - fuerte o suave, largo o corto, brusco o en vaivén – y no es posible describirlo por medio de un número. Algunos de los aspectos del movimiento pueden ser descritos por la velocidad (qué tan rápido se mueve el suelo), la aceleración (qué tan rápido está cambiando la velocidad del suelo), la frecuencia (ondas sísmicas vibran en diferentes frecuencias igual que las ondas sonoras), y la duración (qué tanto dura el movimiento fuerte). Lo que sienta durante un terremoto es controlado por tres factores principales: magnitud, distancia y condiciones locales del suelo.
Típicamente, usted sentirá un movimiento más intenso por un terremoto grande que por uno pequeño. Los terremotos mayores también descargan su energía sobre una área más extensa y por un período de tiempo más largo.
Un terremoto comienza en el hipocentro, y de ahí el frente de la ruptura viaja a lo largo de la falla, produciendo ondas todo el tiempo que esté en movimiento. Cada punto que el frente de la ruptura atraviesa, produce movimiento, así que, las fallas más largas producen terremotos más grandes que tienen duraciones más largas. Las duraciones de 15 terremotos son mostradas en la página anterior. Para un evento de magnitud 5, el proceso de ruptura de la falla, en sí, se termina en unos cuantos segundos, aunque usted continúe sintiendo el temblor por más tiempo, porque algunas ondas le llegan después de que rebotan y producen un eco dentro de la Tierra.
El terremoto de magnitud 7.8 en la falla de San Andrés en 1857 rompió casi 360 kilómetros (220 millas) de la falla. A 3 kilómetros (2 millas) por segundo, se tomó dos minutos para que esa distancia de la falla se rompiera, así que usted hubiera sentido el temblor por varios minutos. Si la idea de un terremoto de dos minutos le asusta, recuerde que parte de la energía estará viajando desde 400 kilómetros (250 millas) de distancia o más. En casi todos los casos, solamente de 10-15 segundos del temblor, que se origine en la parte de la falla más cercana a usted, será muy fuerte.
Las ondas del terremoto disminuyen en intensidad mientras viajan por la tierra, por eso el temblor es menos intenso mientras más lejos esté de la falla.
Las ondas de baja frecuencia disminuyen con menos rapidez con la distancia que las ondas de alta frecuencia (así como puede oír sonidos de tono bajo desde más lejos que los sonidos de tono alto). Si se encuentra cerca de un terremoto, usted experimentará todo el movimiento producido por el terremoto y se sentirá “sacudido”. Más lejos, las más altas frecuencias se habrán disipado y usted sentirá un movimiento en vaivén.
La cantidad de daños a una estructura no depende solamente de qué tan fuerte sea sacudida. En general, las estructuras más pequeñas como las casas quedan más dañadas por las frecuencias altas, así que usualmente las casas deberán de estar relativamente cerca al hipocentro para que sean severamente dañadas. Las estructuras más grandes como los rascacielos y los puentes son dañados más por frecuencias bajas y serán más notablemente afectados por los terremotos mayores, aun a distancias considerables. El movimiento disminuye más rápido con la distancia en el oeste de los Estados Unidos que en la corteza más vieja y rígida del este de los Estados Unidos.
Ciertos tipos de tierra amplifican grandemente el movimiento durante un terremoto. Pasando de roca a tierra, las ondas sísmicas reducen su velocidad pero se hacen más grandes. Así que, una tierra suelta y suave puede temblar más intensamente que la roca dura, estando a la misma distancia del mismo terremoto. Un ejemplo extremo de este tipo de amplificación fue en el distrito de la Marina de San Francisco durante el terremoto Loma Prieta en 1989. Ese terremoto ocurrió a 100 kilómetros (60 millas) de San Francisco, y casi toda el área de la Bahía escapó de daños serios. Sin embargo, algunos sitios en el área de la Bahía, en vertederos de basura o suelos blandos, experimentaron un movimiento significante. Este movimiento amplificado fue uno de los motivos del desplome de la autopista elevada Nimitz. El movimiento del suelo en esos sitios fue más de 10 veces mayor que en sitios cercanos que están sobre roca.
Los mismos factores también se aplican a las áreas cubiertas por sedimento grueso – como la cuenca de Los Ángeles en el Sur de California donde los sedimentos pueden llegar a medir hasta 10 kilómetros (6 millas) de espesor. El movimiento de un terremoto en la región puede ser 5 ó más veces más grande en un sitio en la cuenca que el nivel de movimiento en las montañas cercanas.
Varios otros factores pueden tener un efecto en el movimiento. Las ondas de un terremoto no viajan en forma pareja en todas las direcciones desde la superficie de ruptura; la orientación de la falla y la dirección de movimiento pueden cambiar las características de las ondas en diferentes direcciones. Esto se llama modelo de radiación. Cuando la ruptura de un terremoto se mueve a lo largo de la falla, ésta enfoca su energía en la dirección en la cual se está moviendo, así que una localidad que quede en esa dirección recibirá más movimiento que un sitio localizado a la misma distancia de la falla pero en dirección opuesta. Esto se llama directividad.